¿Qué significó Tato Marín en tu carrera?
Me encantó, era la primera vez que hacía un personaje así en televisión y me gustó mucho, porque creo que está bueno poder hacer distintos personajes durante la carrera, hacer lo mismo siempre me parece muy aburrido.
¿Qué diferencia a este personaje del resto de los malvados de la TV?
Me parece que es muy querible y que tiene cosas que engancharon a la gente desde el primer momento, como por ejemplo, el código con la gente que quería. Además, nunca fue tan malo como Nino (Gonzalo Valenzuela), y es la primera vez que me pasa que la gente me agradece el personaje y me pide en la calle que no sea tan malo porque lo quieren.
¿Experimentó algún cambio tu personaje con el pasaje de comedia a policial que tuvo la ficción?
No, para nada. Desde el inicio tuvo esas inclinaciones maléficas, desde el primer guión hasta el último siempre fue igual. No tuve diferencias y fui uno de los pocos que no tuvo modificaciones, junto al de Nino y al de Laura (Romina Gaetani), a diferencia de los de Marga (Isabel Macedo) y Chiqui (Nicolás Cabré) que sí las tuvieron.
Igualmente, ¿te sentiste afectado por las modificaciones que sufrió la tira y por las salidas de algunos compañeros?
Un poco te entristece, porque cuando uno empieza un proyecto no quiere que haya ni cambio de director, ni de microfonista, porque te cambia un poco la perspectiva. Aún así, no dependen de vos, están relacionados con el buen funcionamiento del programa.
¿Cómo llegará tu personaje a este desenlace?
No va a ser ortodoxo, ni previsible, pero sí muy sorpresivo. Yo no me lo hubiese imaginado y hasta me dio un poquito de bronca, pero me lo banqué. Yo hubiese querido que terminara diferente, pero bueno terminó así, y creo que con el tiempo me irá gustando porque es sorpresivo. Igual, aunque dije “no me hagan esto”, me gustó hacerlo igual.
(television.com.ar)
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