“El martes iré al cirujano para ver si el miércoles me puedo reincorporar a las grabaciones de la novela”, comentó Antanópulos.
Por estas horas, Mónica Antonópulos no la está pasando para nada bien. La actriz de “Herencia de amor” fue operada el pasado jueves de apendicitis y por dicha razón debió ausentarse de las grabaciones del programa.
Su ausencia provocó un atraso en el desarrollo de la historia y no les dio tiempo a los autores a reprogramar los episodios.
Por dicha razón, Teleocho decidió levantar el capítulo de ayer viernes de la ficción de Quique Estevanez.
Lo cierto es que en las últimas horas Antanópulos recibió el alta “No puedo decir del todo bien, pero estoy mejor. Me acaban de dar el alta, obviamente con la molestia de una operación de apéndice”.
“El miércoles fui a grabar, y me tuve que retirar media hora antes. Fui a la guardia de la Clínica Trinidad de San Isidro donde el cuadro era dudoso porque me decían que era gastroenteritis por momentos, y que también podía ser apéndice, pero estaba todo en duda. Me volví a mí casa y a la mañana siguiente regresé para hacerme una tomografía con contraste donde salía que era apéndice y a las 19 entré al quirófano. Nunca sentí grandes dolores por suerte”.
Por último, la actriz agregó que: “Los médicos me aconsejaron una semana de reposo, pero la realidad es que estamos ajustados con los capítulos de la novela por eso no se emitió el viernes. El martes iré al cirujano para ver si el miércoles me pueda reincorporar. En Herencia de Amor tengo mucha participación y justo mi personaje está embarazada, así que veremos qué se puede hacer al respecto. Pero no puedo faltar mucho porque estamos ya en la etapa final y seguimos hasta mayo grabando”.
(primicias ya)
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