Son la pareja más sexy de "Dulce amor", aunque tanto en la ficción como en la realidad tienen grandes diferencias. Aquí hablan de ellas y de por qué creen que su relación enciende la pantalla. Juan Darthés Calu Rivero La atracción de los opuestos Son la pareja sexy de "Dulce amor" Muy diferentes en la vida real, tanto como en la ficción, la niña rica y el chofer enamorados encienden la pantalla con cada encuentro en la tira de Telefe. Aquí, hablan ellos. Lucila Olivera Especial para Clarín Como suele decirse, la química está. Cada noche, Juan Darthés y Calu Rivero le dan vida a Julian y Natacha, la pareja más hot de Dulce amor (a las 23, por Telefe). Según la historia, ella es la nena rica, dueña de un imperio de golosinas, y él era su chofer. Y entre viajes y esperas, se enciende la pasión. A simple vista, la dupla podría parecer despareja: por la diferencia de edad, porque él tiene una trayectoria indiscutida como galán y ella tiene una carrera corta aunque en ascenso permanente, porque Juan es tanguero y romántico y Calu es una dj súper moderna... Sin embargo, el ojo afinado del productor Quique Estevanez supo adivinar que entre la belleza, el talento y las diferencias de ambos, el ratoneo popular iba a explotar. ¿Por qué creen que funciona así la historia entre ustedes? Juan: Los autores (Estevanez, Marcelo Nacci y Laura Barneix) tienen mucho que ver con eso. Para mí era un gran desafío esta historia porque era romper una estructura familiar, ya que él estaba casado, y además hay una diferencia de edad importante entre los dos... Esta pareja rompe con todo eso y libera a la gente para que se juegue a vivir su historia de amor. Calu: Es un tema de todos los días, contado desde un lugar real. A mí me escribe mucho la gente a mi cuenta de Twitter y me ponen "soy Natasha en este momento" o me cuentan que las ex de sus novios son unas pesadas. Esto pasa en todas las generaciones, siempre habrá alguien que se identifique. La historia no tiene más pretensiones que contar eso. Lo loco es que los personajes, a pesar de que se quiebra una familia, tienen al público de su lado. Calu: Eso lo buscamos, lo hablamos. Ella viene a darle la alegría que a él le falta; y él le da la seguridad y protección que ella no tiene. Juan: Ir en contra de la familia era algo jugado. Pero colabora enormemente el personaje que está haciendo Laura (Novoa, su ex mujer en la ficción), tan conflictiva. Calu: La gente proyecta en nuestra historia lo que le gustaría hacer en su vida. Juan: Yo iba el otro día a cantar a Rosario y había una pareja en un barcito. Uno me dijo, "Vení flaco, yo soy Julián y ella es Natasha". Nosotros nunca habíamos laburado juntos, pero de entrada nos dimos cuenta de que la química estaba. Agradezco tener una compañera que se mande. ¿Qué te pasó cuando te dijeron que tu historia de amor iba a ser con Calu? ¿Te sorprendió por la diferencia de edad? Juan: Fue una idea de Quique. Me llamó y me dijo que quería vernos juntos. Yo conocía su trabajo en El elegido y me parecía que estaba laburando bárbaro. De entrada tuve plena confianza, me pareció que era un gran desafío y que teníamos las armas para hacerlo. Calu: Cuando me dijeron que mi pareja sería Juan, en seguida dije: ¡Vamos! El que no arriesga no gana y esto era diferente de contar. Siempre prefiero pecar de arriesgada y no quedarme con las ganas. Nosotros jugamos mucho, eso también marca una diferencia. Además, esta historia me parece fascinante, estoy enamorada de lo que tengo que contar. ¿En qué otras cosas coinciden? Juan: (Se ríe) Mejor contemos en lo que no coincidimos, porque son muchas más cosas. Calu: Es verdad. Por ejemplo, somos opuestos en los gustos musicales. El ama a Ricardo Arjona y yo lo odio. Juan: No es que lo ame, respeto muchísimo el laburo de él. También me encanta (Joaquín) Sabina y ella oooodia a Sabina. Calu: (Se ríe) Soy tajante y extremista, y él es más analítico y políticamente correcto. Juan: En lo que sí coincidimos es en que los dos creemos mucho en el poder del ahora. Tiene que ver con esto de jugarse, de no ir a medias nunca. Todos nos cuidamos mucho acá, nos elogiamos sin vanidades y eso se ve en el producto. Hablaban de la complicidad con que se les acerca la gente. ¿Les piden consejos? Juan: No, a mí me dicen ¡aguante! Calu: Natasha tiene frases que quedan. Hace poco salí diciendo "sacame todo". Y en seguida me empezaron a escribir en Twitter para que les tire otras. ¡Ah! Esa es otra gran diferencia con Juan. Yo soy una chica de la generación 2.0 y Juan no. Hace rato le dije que se tenía que abrir una cuenta en Twitter. Hoy por hoy la tiene. Juan: Sí, mucha gente me ayudó para abrirla y para responder. Me pasa que lleva un tiempo que yo prefiero dedicar a otra cosa. Pero está muy bien eso de las redes sociales. Calu: Ahí vino el palito (se ríe). Eso es lo que tiene el Twitter en la Argentina. Se usa mucho para los programas en vivo. Los espectadores mandan mensajes al tiempo que miran la tira y eso está buenísimo. Generan trend-topics y esas cosas. Me divierte muchísimo. Vos, Juan, estás casado y tenés familia. ¿En qué situación estás, Calu? ¿Seguís "pauseada? (N.d.la R: Su pareja era Emanuel Horvilleur) Calu: Yo estoy sola. Soy sola. Pregunto para saber cómo repercute en sus entornos las escenas hot que comparten ... Calu: Lo más lindo de todo es que no tengo al lado a nadie que me pueda hacer un planteo (se ríe). Laburo libremente. Juan: Yo también laburo libremente. En casa saben que laburo de esto y siempre estuvo claro. Lo valoro porque sé que no es lo más común. Tiene que ver con estar bien con la otra persona, y yo estoy bárbaro con mi mujer. Es más el lío que se hace la gente. En casa nos divertimos con estas cosas, con cómo se fantasea. Renegar de hacer este tipo de escenas es como renegar de que la gente se te acerque a pedirte un autógrafo. Se sabe que es parte de este trabajo. Calu: La realidad es que las escenas no son "tan tan hot" como la gente cree. Pero se genera tanto antes y tanto después, que el público imagina todo. El poder de la fantasía es muy fuerte. El otro día mi prima me insistía con que había pasado algo en una escena que nunca sucedió. "Yo lo vi", me decía. Eso que se genera con la fantasía de la gente es genial. Y en este caso, creo que además hay un trabajo desde la dirección buenísimo. Juan: Hay novelas mucho más mandadas. A mí me seduce mucho más una mirada sostenida que ver un cuerpo desnudo. Calu: Bueno, son diferentes tipos de programas. Por si acaso no hay que renegar de nada. ¿Cuánto de ustedes tienen estos personajes? Calu: Le di mucha de mi liviandad a Natasha, aunque ella tiene más problemas: ataques de pánico, entre otras cosas. Lo mejor que te puede pasar es poder modificarte con la otra persona. No sé cómo hubiese sido con otro actor que no fuese Juan. Juan: Uno siempre pone mucho de uno. El autor te mira y también se nutre de lo que ve. ¿Qué tan capaces son ustedes de romper estructuras? Juan: Yo rompería estructuras en todo, uno siempre tiene que estar eligiendo en la vida. Por eso siempre les digo a mis hijos que se manden. La única fidelidad en cuanto a lo que uno debe hacer es con uno. Siempre. Calu: Mi mayor desafío es entregarme al presente. No sé lo que será mañana. Eso vale para las relaciones y para mi vida en general. Estar en el presente es mi gran desafío.
(clarin)
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