Se fue Ariana, pero el tema pasó por el descontrol de losparticipantes.
Para los que creían que la nueva generación de habitantes de Gran hermano aparentaba mansa, llegó la acción: una inocente guerra de almohadones terminó en batalla campal y en la destrucción de micrófonos, cámaras y luces, lo que desembocó en una probable sanción. De hacerse efectiva la pena -elegirá el público telefónicamente- se conocerá pasado mañana.
En ese marco de sermones y retos casi de escuela, anteanoche Ariana resultó la segunda expulsada de la casa.
La "Angelina Jolie argenta", como la llaman sus compañeros, había dejado asomar su costado frontal y su intención de liderazgo.
Abandonó la casa con el 59,16% de los votos. Esa despedida marcó 21,3 puntos y convirtió a GH en lo más visto del domingo. La chica estaba nominada junto a la cordobesa Pamela y a Juan Pablo, el muchacho de la localidad bonaerense de Las Flores que se autonominó.
Pero lo caliente de la jornada pasó más por los hechos violentos que por el nuevo adiós. "No es un motín en una cárcel, no es un chiste. Esto que van a ver lo hicieron ustedes", soltó Jorge Rial antes de mostrarles las imágenes a los "salvajes". Y entonces llegó un extenso debate con los 19 participantes, a los que les costó hacer un mea culpa de los destrozos.
Enseguida, la voz del big brother anunció enojada su comunicado.
"Pasaron por esta casa más de 100 participantes en el transcurso de casi 700 días. Ustedes sólo llevan tres semanas y han protagonizado situaciones de un nivel de vandalismo y violencia física inéditas en la historia de GH", disparó. Será el público quien tenga el poder de decidir que se deje a un costado el castigo, o bien que se lleve adelante. De ser así, los participantes perderán el presupuesto de la comida semanal y deberán arreglarse para cocinar con escasas provisiones.
Entre otros hechos de peligro que se vieron en la casa, sobresalieron escenas de algunos participantes corriendo con un aerosol en mano y de otros amenazando con un encender desde cerca. "No nos avisaron antes que podía haber una sanción", se enojaron los "hermanitos" en vivo ante las recriminaciones de Rial. Y se abrió entonces el debate sobre los límites y el sentido común.
Esta semana entrarán en escena nuevamente las cartas de nominación que condimentan notablemente el juego: dos de ellas obligarán a quienes las obtengan a armar un complot, otra duplicará los votos que emita su dueño, mientras que la última permitirá que su poseedor transfiera los votos obtenidos a un compañero.
A esta altura ya puede vislumbrarse con claridad la división de bandos femeninos: Solange y Nataly (junto a Ariana que se fue) se autoproclamaron "Las divinas".
Paradas en la otra vereda están Loreley, Jesica y Tamara, el otro bloque estratégico.
A más de 20 días de convivencia, con Rocío y Ariana fuera del "nido" televisivo y tras la posible futura detención a Christian Urrizaga (el adiestrador de perros que habría sido denunciado por agresiones) la térmica se enciende de a poco.
Para los que creían que la nueva generación de habitantes de Gran hermano aparentaba mansa, llegó la acción: una inocente guerra de almohadones terminó en batalla campal y en la destrucción de micrófonos, cámaras y luces, lo que desembocó en una probable sanción. De hacerse efectiva la pena -elegirá el público telefónicamente- se conocerá pasado mañana.
En ese marco de sermones y retos casi de escuela, anteanoche Ariana resultó la segunda expulsada de la casa.
La "Angelina Jolie argenta", como la llaman sus compañeros, había dejado asomar su costado frontal y su intención de liderazgo.
Abandonó la casa con el 59,16% de los votos. Esa despedida marcó 21,3 puntos y convirtió a GH en lo más visto del domingo. La chica estaba nominada junto a la cordobesa Pamela y a Juan Pablo, el muchacho de la localidad bonaerense de Las Flores que se autonominó.
Pero lo caliente de la jornada pasó más por los hechos violentos que por el nuevo adiós. "No es un motín en una cárcel, no es un chiste. Esto que van a ver lo hicieron ustedes", soltó Jorge Rial antes de mostrarles las imágenes a los "salvajes". Y entonces llegó un extenso debate con los 19 participantes, a los que les costó hacer un mea culpa de los destrozos.
Enseguida, la voz del big brother anunció enojada su comunicado.
"Pasaron por esta casa más de 100 participantes en el transcurso de casi 700 días. Ustedes sólo llevan tres semanas y han protagonizado situaciones de un nivel de vandalismo y violencia física inéditas en la historia de GH", disparó. Será el público quien tenga el poder de decidir que se deje a un costado el castigo, o bien que se lleve adelante. De ser así, los participantes perderán el presupuesto de la comida semanal y deberán arreglarse para cocinar con escasas provisiones.
Entre otros hechos de peligro que se vieron en la casa, sobresalieron escenas de algunos participantes corriendo con un aerosol en mano y de otros amenazando con un encender desde cerca. "No nos avisaron antes que podía haber una sanción", se enojaron los "hermanitos" en vivo ante las recriminaciones de Rial. Y se abrió entonces el debate sobre los límites y el sentido común.
Esta semana entrarán en escena nuevamente las cartas de nominación que condimentan notablemente el juego: dos de ellas obligarán a quienes las obtengan a armar un complot, otra duplicará los votos que emita su dueño, mientras que la última permitirá que su poseedor transfiera los votos obtenidos a un compañero.
A esta altura ya puede vislumbrarse con claridad la división de bandos femeninos: Solange y Nataly (junto a Ariana que se fue) se autoproclamaron "Las divinas".
Paradas en la otra vereda están Loreley, Jesica y Tamara, el otro bloque estratégico.
A más de 20 días de convivencia, con Rocío y Ariana fuera del "nido" televisivo y tras la posible futura detención a Christian Urrizaga (el adiestrador de perros que habría sido denunciado por agresiones) la térmica se enciende de a poco.
(clarin)
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