El primer escándalo de "Gran Hermano 2011" estalló donde menos se lo esperaba: en los estrados judiciales.
Uno de los participantes, Cristian Urrizaga, tiene una causa por daños y lesiones, y el fiscal que entiende en ella, Marcelo Martinez Burgos, pide que se presente a la Justicia. La posibilidad de que el muchacho sea detenido en la famosa casa televisada alimentó las especulaciones mediáticas durante toda la jornada de ayer. Telefe aprovechó la coyuntura, e hizo del tema uno de los ejes de su programación. En el noticiero del mediodía, por ejemplo, el caso de Cristian, el paseador de perros, se llevó más de 50 minutos de aire.
El problema de Cristian Urrizaga se remonta al 17 de abril último, cuando estaba en un kiosco ubicado en Suárez al 2000, junto a otro amigo y al dueño del local, que ya estaba cerrado. Entonces, se presentó una persona que dijo ser abogado y les pidió que salieran de testigos por el robo de una moto cuyo dueño vivía arriba de ese comercio. Los tres se negaron a testificar e intentaron echar del kiosco al supuesto abogado. La discusión fue subiendo de tono y habría terminado con la rotura de una computadora portátil.
El 22 de noviembre último, después de haber reconocido a su presunto agresor en Gran Hermano, el abogado presentó la denuncia según la cual Urrizaga y dos cómplices le habrían desfigurado la cara. En los dichos del denunciante, las palabras de los tres muchachos habían sido "tomatelás, no tenés nada que hacer acá".
Ante la denuncia, la Policía fue al lugar donde habían ocurrido los hechos, pero no encontró a nadie; el comercio estaba cerrado. Desde entonces, abril de este año, no ha vuelto a abrir. Según afirma un vecino, porque se les había vencido el contrato de alquiler y una serie de problemas les impidió renovarlo.
Por su parte, un amigo de Cristian llamado Eduardo, que dice haber estado junto a él el día del enfrentamiento con el abogado, manifestó en el noticiero de Telefe que "no tiene nada que ver lo que dice ese abogado; y de hecho, nunca me citaron". "No negamos que tuvimos una discusión -admitió-.
Nos vinieron a decir que teníamos que salir de testigos de un robo, y los sacamos. El hombre dijo que era abogado, estaba como con alcohol encima, y usaba una moto sin casco. Hubo discusión, nunca agresiones. No hubo ni roces siquiera. Pero terminamos llamando nosotros al 911. Y, de hecho, creo que la moto terminó secuestrada por el estado de ebriedad del conductor. El hombre que dijo que era el cliente vivía arriba, pero no lo conocíamos. Incluso, creo que tiene antecedentes. Desde ahí, no supimos más. Este tipo está buscando plata ahora, porque como Gran Hermano da fama ...".
Conocido en el programa como "Cristian U, el paseador de perros", el joven sigue su vida en el encierro televisivo mientras que afuera, todos conjeturan sobre las dos opciones que se le presentan al juez Gabriel Ghirlanda: convocar al participante al juzgado, obligándolo a suspender su estadía en la casa del reality show, o desestimar el pedido realizado por la fiscalía.
Las fuentes consultadas por Clarín sostienen que, probablemente, el magistrado esperará a que termine la feria judicial para tomar alguna medida, ya que Cristian no se va a poder escapar a menos que en el devenir del juego termine expulsado de la casa de Gran Hermano. En principio, la idea del juez sería esperar hasta el mes de febrero próximo para decidir. Entretanto, la red social Twitter ardía en especulaciones respecto a la inminente detención de Cristian Urrizaga. En vivo y en directo, claro, como tanto le gusta a la TV.
(clarin)
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