El primer capítulo de la tira, escrita por Guillermo Salmerón y dirigida por Miguel Colom (una dupla que ya conoció el éxito en 2008 con Vidas robadas) se ocupó de las 24 horas que precedieron a ese fatal desenlace. Veinticuatro horas en las que, literalmente pasó lo que a cualquier mortal le pasa casi en una vida. O por lo menos, en media. Como corresponde en un envío de apertura, en el que el objetivo es abrir un generoso abanico de personajes y conflictos, quedaron una gran cantidad de interrogantes que irán encontrando su respuesta con el correr de los episodios.
La historia es la de dos hermanos, los bíblicos Caín y Abel, que aquí toman los nombres de Agustín (Joaquín Furriel) y Simón (Fabián Vena), enfrentados en un momento por una mujer, Valentina (Vanesa González). Pelea que trajo sus consecuencias y dejó sus huellas. Mientras Simón sufrió un brote y permaneció internado, Agustín decidió alejarse yéndose a México.
La tira comienza con el regreso de Agustín, aparentemente para el casamiento de Simón (con Mercedes Oviedo), pero en verdad llamado por el hermano mayor, Facundo (Antonio Birabent) quien sospecha que Simón anda en algo raro, dentro de la empresa familiar, y quiere averiguar en qué. Y también, claro, para reencontrarse con Valentina.
Completan la familia, el padre (Luis Brandoni), hombre poderoso y metido en negocios turbios; la madre contenedora (Virginia Lago); una hermana, casada con D’Elía, un pesado que trabaja como encargado de seguridad de su suegro, y un hermano menor.
El dibujo de una familia, poderosa y disfuncional, tiene la matriz de un sinnúmero de historias televisivas. Con sus clisés reglamentarios y sus acentos convenientemente distribuidos.
En tal sentido, la propuesta de Caín & Abel, sin apartarse del esquema probado y aprobado, tuvo en su arranque un tono interesante, con un buen tratamiento visual y narrativo.
"CAIN Y ABEL" - ESTRENO
LUNES A JUEVES A LAS 22.30 HS. POR TELEOCHO
LUNES A JUEVES A LAS 22.30 HS. POR TELEOCHO
(teleocho)
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