El actor habla del exitoso ciclo que produce y protagoniza, que regresa a la TV mañana, a las 23.30, por Teleocho.Por varias razones, terminé la temporada anterior diciendo "hasta acá". Me parecía que tenía que ser así porque la historia ya se había contado, porque había sido un año intenso por el cambio de canal, porque habíamos perdido dinero...", dice Gastón Pauls, pero se detiene, porque aunque en su momento se le ocurrieron bastantes motivos para no retomar su personaje y la historia de la serie "Todos contra Juan", lo cierto es que el gen de Juan Perugia fue más fuerte.
El actor y productor tal vez pensó que Juan nunca le perdonaría la oportunidad perdida al actor que a veces hace de él. Aunque él seguro la desperdiciaría, con ese talento para el autoboicot digno de un Oscar que demostró en los trece primeros capítulos de esta comedia, que se emitieron en 2008 por América (después de un fracasado intento de estrenarla en Teleocho).
Un intento que desde mañana, a las 23.30, cambiará de signo. Porque Juan y sus amigos están de vuelta, y esta vez la apuesta es mucho más alta. Por un lado, porque ahora que el programa se verá en el canal líder las expectativas respecto al rating serán mayores y, por otro, porque el mundo de fantasía -tan cerquita del real-creado por el equipo que encabezan Pauls y el guionista y director Gabriel Nesci, pasó de un vuelo de cabotaje a uno internacional. Ahora Juan Perugia, el de La vida es un juego y la frase "¿Ahora me lo venís a decir?", quiere trabajar en Hollywood.
"Apareció un sueño que no habíamos contado. De hecho, surgió el sueño máximo: Hollywood. Juan tiene la teoría de que lo puede cumplir. Si Viggo Mortensen lo logró. ¿por qué no él?", cuenta Pauls con una sonrisa que celebra la confianza ciega que se tiene su criatura.
Así, armado con una autoestima aparentemente inquebrantable, Perugia navegó la primera temporada encallando cada vez que se encontraba con un famoso que no lo recordaba, un guión que no reconocía su talento o una propuesta que no estaba a la altura de su pedigrí actoral. Ahora, para allanar el camino hacia sus sueños, Juan fundará una productora. Otra excusa, otro punto de vista para reflexionar sobre el valor de la fama, el éxito y el reconocimiento que el ciclo ejercitó en su primera temporada. Esa que se transformó en objeto de culto para el público que la siguió y que desesperaba por ver qué pasaba el día después.
"Tuvimos que trabajar la cuestión de cómo contar esto para una cierta cantidad de público cautivo del programa, no abandonar eso y, al mismo tiempo, cómo hacer para captar a mucho público que no lo vio. Que no sabe, que tal vez escuchó algo, que no tiene la menor idea de que es Todos contra Juan . En ese sentido fuimos bastante respetuosos con los que lo vieron. Hay muchos códigos, sobre todo en el primer capítulo, establecidos desde antes, mucho chiste en código", explica Pauls, que gracias a este personaje el año pasado ganó el Martín Fierro como mejor actor de comedia. Allí estuvo entonces en la ceremonia pero no para llevarse su premio, sino para grabar unas escenas en la alfombra roja que aparecerán hacia la mitad de esta temporada.
El secreto de mi éxito
"Cuando terminé de grabar la primera temporada lo que pensé fue: «Por fin voy a poder enderezarme», dejar atrás los hombros caídos. Termino de grabar después de diez horas con una carga en los hombros tremenda. Por suerte son 13 capítulos y no una tira", dice el actor, que cambia con una postura diferente y un vestuario tan cuidadosamente elegido como el resto de los rubros de producción del ciclo. Se transforma en el hombre que mira al mundo del espectáculo desde fuera, que vive con sus padres, ama a Luz (Mercedes Oviedo), su mejor amiga y es bancado hasta límites increíbles por Tony (Sebastián de Caro), su fan número uno.
"Hay algo del personaje de Juan que me da mucha ternura. Cuando me empiezo a vestir me doy cuenta. Yo tengo mucho de él y él tiene mucho mío. Pensé bastante en este pibe, en si es un perdedor. Si uno analiza la primera temporada te das cuenta de que es un ganador: consiguió a la mujer que quería, recibió una oferta para trabajar con Pablo Echarri. Se cayó 40 mil veces, se levantó y siguió caminando. Nos preguntamos mucho con Gabriel como seguir jugando con eso de caerse y levantarse mil veces pero a la vez ir evolucionando. En la temporada pasada, sobre el final logró ver algo. La pregunta es qué puede ver ahora", reflexiona Pauls. Y la conclusión a la que llega puede tener algo que ver con la fuerte impresión que dejó Juan en el público.
"Para mí, entre los programas que hice en televisión es de los más serios. Lo que estoy contando para mí es super serio en relación a mi medio, mi laburo. Entonces, la pregunta es cómo trabajar algo tan serio divirtiéndonos o cómo trabajar seriamente algo por momentos gracioso", se extiende el actor, que como productor llegó a padecer la primera temporada.
"Era el primer proyecto que hacía como productor y actor y la verdad es que fue muy vertiginoso. Hubo un momento en que me asusté porque era difícil manejar el cambio de canal, la guita, trabajar con el equipo. En esta segunda creo que no aprendí nada. Sigo igual, pero tengo más experiencia porque después de Juan vino Mitos, crónicas del amor descartable , luego Ciega a citas , además de la producción que estamos haciendo con Italia ( Tierra rebelde ) y ya estoy un poquito más curtido, menos paranoico. La paso mejor, varias veces me descostillé de risa viendo a Gabriel Goity o a Luis Machín, no podía creer lo que hacían y me alegro tanto de que lo estén haciendo en una producción mía", dice Pauls, sabiendo que en un principio no fue fácil conseguir que actores y productores reconocidos -Claudio Villarruel estará en el episodio que se verá mañana-, participaran del programa.
Basta recordar que, en un golpe de casting y ya con los primeros trece capítulos terminados, consiguieron la colaboración de Benicio del Toro, un recurso de último momento que se transformó en uno de los mejores momentos de la serie que por suerte -porque Juan Perugia así lo exigiría- mañana estará de vuelta.
(la nacion)
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