El próximo fin de semana, Florencia Peña dejará atrás los rumores que por estos días apuntan hacia ella, y a los que por supuesto, descarta de plano entre carcajadas. Que está deprimida y que intentaría bajarse de “Botineras” a causa de las mediciones de audiencia, son dos de las versiones que circulan en los medios por estas horas. Descartadas, Florencia dice estar atravesando un momento de plena felicidad en su vida personal y profesional. La diversión que se genera cada día en el set de la tira de Teleocho motiva al elenco, y que se extiende a los fines de semana con reuniones en distintas casas, excede a la preocupación del rating. “El éxito depende de disfrutar lo que se hace”, dijo Florencia hace muy poco dejando en claro que ese el eje de su filosofía. Según sus allegados, la actriz destaca con asombro el fenómeno mediático del “resultismo” y varias veces ha dicho: “hace mucho que hago lo que hago, pero lo que está pasando con los medios hoy en día es atroz. El único valor lo tiene el rating”. Entusiasmadísima por el gran estreno de “Un dios salvaje”, Florencia prepara las valijas para partir a New York en compañía de su marido, el músico Mariano Otero y sus hijos, Tomás y Juan. Peña se alojará en “la Gran Manzana” para presenciar, en Broadway, la versión original de la pieza que Yazmina Reza (“God of Carnage”), que ella protagonizará en La Plaza, desde el 15 de enero en la sala Pablo Picasso, junto a Gabriel “el Puma” Goity, María Onetto y Fernán Mirás. Mientras, Otero se dedicará a escuchar buen jazz y tomar algunas lecciones particulares con los grandes de la música newyorkina. La familia regresará el próximo miércoles para vestirse de Giselle y retomar las grabaciones de “Botineras”. Lejos está la posibilidad de una renuncia de Florencia a la ficción de Teleocho.
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