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HABLA JULIAN A HORAS DEL REGRESO DE "JUSTO A TIEMPO"

Julián Weich dice que en su vida la tele es sólo trabajo, que no tiene amigos colegas y que “Justo a tiempo” es un equipo ganador. Esta noche, vuelve para demostrarlo.La presión aumentó en los últimos días, con Marley que peleaba su derecho al horario central que le dejó el final de la primera temporada de "Justo a tiempo" y Julián Weich, quien se disponía a recuperarlo con los bombos y platillos del caso. Internas aparte –y sin que se sepa todavía cómo calmaron los pataleos del rubio, que quedó a las 18– Julián vuelve esta noche, a las 21.15 y por Teleocho, con la segunda vuelta del formato de juegos que fue la estrella del rating 2009. Se dice que hay 40 nuevos juegos que irán rotando a partir de hoy para cautivar espectadores y que entre las destrezas que deberán demostrar los participantes están la de derribar paredes, soportar el mareo, disfrutar las alturas y mantener el buen pulso a pesar de las circunstancias.
También habrá un premio dando vueltas, pero esta vez no será un auto. Julián dice que está entusiasmado y en algún momento de la charla va a revelar el único secreto que le encuentra a su éxito. “El punto de partida de esta nueva temporada es que sabemos que hicimos un primer año buenísimo, que a todos nos gustó, nos entretuvo y funcionó, y eso es el mejor incentivo. Tenemos muchas ganas de seguir”, dice, sobre la vuelta.

–Tu nombre ya quedó asociado a los éxitos, al menos a los más contundentes de los programas de juegos recientes. ¿Eso también es azar?
A mí lo que me pasa es que trato de hacer los programas lo mejor posible, trato de que sean lo más dignos que pueda y que sean buenos programas de televisión. Si después el éxito acompaña, bienvenido, pero a mí lo que me preocupa es hacer un buen programa de televisión.

–¿Cómo es un buen programa para vos?

Para mí, un buen programa es un programa que está bien hecho. Después, que la gente lo vea o no es otra cosa. De hecho, que hayan comprado el formato de Justo a tiempo en España y en otras partes del mundo quiere decir que el programa está muy bien. El tema rating o éxito va por otro canal. A mí, lo que me importa hacer es un programa que esté bien conducido, bien iluminado, que se entienda y la gente se divierta, que esté bien en todos los aspectos.

–¿Cuál es el secreto del buen animador?

Me gusta pensar que soy un buen conductor pero también que estoy haciendo un buen formato. Yo solo no soy nada. Es como poner a un buen jugador de fútbol rodeado de 10 sillas, no va a poder hacer nada. A mí me pasa lo mismo. Soy un buen jugador pero quiero que me acompañen la parte técnica, el formato, la idea, la programación y un porcentaje de suerte que tiene que haber siempre.

–Sos modesto...

Lo digo de verdad. No siento que salgo yo y se hace el rating, porque de hecho hice programas que no los veía nadie.

–Pero la gente siempre te siguió.

Creo que eso tiene que ver con la coherencia de los años de trabajo, de mantener una línea y por suerte lo vengo logrando.
Palabras clave
Coherencia, buen equipo y programa consistente son hasta ahora los ingredientes que pone Julián en su receta para el conductor feliz. Pero agrega uno más, el aglutinante de cualquier éxito. “Si estás convencido de que lo que hacés está bueno y es lo que te dan ganas de hacer, después tenés que estar rodeado de gente que piense lo mismo y darle para adelante”, resume el hombre dorado de Teleocho.

–¿Participaste alguna vez en un programa de juegos?

Nunca, ni en Feliz domingo. No me acuerdo en qué etapa de mi vida estaba en esa época, pero nunca me atrajeron. Trabajo desde los 18 años en la tele, así que como espectador tuve esos años nomás. El resto de mi vida estuve adentro.

–¿Y cuál dirías que fue tu vocación entonces: conducir o actuar?

Mi vocación fue actuar. Después se fue transformando en esto que es la conducción y seguí porque me gusta, me va bien y me siento útil. Pero mi vocación es ser actor.

–¿Nunca ser famoso, que hablen de vos?
No me interesa la fama. Los programas de chimentos en general son destructivos, y no me gusta hacer daño ni que me lo hagan. Mis hijos tienen que hacer una vida normal y por suerte ellos tienen una vida de bastante normalidad, al punto que a veces ni miran el programa. Me parece lo más sano que hay, que no consuman al padre como si fueran espectadores sino que es el padre que se va a trabajar. Es como si el nene mira al padre que va a hacer Policías en acción, mejor que ni lo mire.

–¿Es sólo un trabajo?
La televisión es un trabajo, no una forma de vivir. Los que lo toman así tienen que ir a terapia, tienen muchos problemas. Hay gente para la que esto es una forma de vivir, que te pidan autógrafos y estar en la tele. A mí me gusta que me pidan autógrafos hasta que entro a mi casa; después, es mi vida. Si no funciona el rating interno adentro de mi casa, el éxito no sirve para nada. Es una manera de ver la vida en general. Creo que eso permitió que me eligieran como embajador de Unicef hace tantos años y nadie me lo cuestione. El día que cambie mi manera de pensar, a lo mejor me piden que devuelva la valija diplomática.

–¿Tenés amigos en el ambiente?

No, en el ambiente no, porque no van a terapia. Tienen muchos problemas todos.

–¿Y vos hacés terapia?

Desde los 14 años, y tengo 43.

–Con “Sorpresa y 1/2” como antecedente, ¿cómo ves la moda de los programas que cumplen sueños como "ShowMatch"?
Hice 500 sueños en Sorpresa y 1/2 y son los sueños mejor hechos. Siempre digo que cuando se haga mejor un sueño, me voy a poner celoso pero lo voy a aplaudir. Hasta ahora nadie lo pudo hacer mejor, porque no quiso, no pudo o no sabe, pero no vi sueños mejor hechos y elegidos que en Sorpresa y 1/2.
"JUSTO A TIEMPO" - NUEVA TEMPORADA
ESTRENA HOY A LAS 21.15 POR TELEOCHO

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